Los estudios Disney recobran terreno en el campo de la animación 2-D y las historias de hadas, princesas y encantamientos, rubro del que son pioneros y en el cuál no habían logrado destacar de manera significativa desde La bella y la bestia que en 1991 fuera nominada al Óscar a mejor película, cuando la categoría a mejor película animada aún no existía.
Para contar la clásica historia de La princesa y el sapo de E.D. Baker los estudios Disney no tuvieron que recurrir al 3-d, lanzar con Pixar un nuevo clásico de animación por computadora, usar stop motion o destrozar un cuanto clásico cambiándole el final haciendolo acorde a todo público (afortunadamente), simplemente regresaron a los orígenes de la famosa casa productora, una historia emotiva que involucre a una princesa, magia, un villano caricaturesco, un soundtrack pegajoso y muchos patiños graciosos.
Más allá de lo convencional de la historia y la formula Disney para el éxito, La princesa y el sapo introduce cambios significativos al guión, está cinta es la primera en presentar personajes de origen afroamericano en los papeles principales, hecho que contrasta con las primeras animaciones de Disney donde las diferentes etnias son representadas como sirvientes o personajes malvados, recordemos a Sebastián en
Tiana, la princesa en cuestión, tampoco es una doncella con la vida resuelta, ni con la única obligación de esperar a su príncipe azul, aquí es una chica de clase baja con sueños e ilusiones cimentadas en el trabajo duro y el sacrificio personal, nada típica para el imaginario colectivo de una princesa Disney. Una transfiguración la convierte en protagonista de la aventura que conduce el resto de la cinta.
Por su parte el principe Naveen es un vividor que desea casarse con una princesa para no acabar en banca rota, ¿Poco usual para una película de Disney?, puedes apostarlo, sin embargo conserva la esencia de los grandes clásicos de cuentos de hadas, tiene números musicales inolvidables, pone énfasis en los sentimientos universales como el amor, amistad y camaradería, es graciosa, es sentimentaliode, como debe ser una cinta clásica de princesas de este famoso estudio, pero a la vez es…Diferente.
Si eres fanático de las películas clásicas de Disney, no puedes dejar pasar esta cinta que pudiera convertirse en más que un clásico, podría ser la película que regrese a Disney al mercado de la animación en 2-D, luego de desastres en taquilla como Vacas vaqueras, La princesa y el sapo tiene el potencial para hacer rentable este tipo de cintas para las futuras generaciones, habrá que ver.
La cinta se estrena este 11 de Diciembre a nivel nacional.
Por Lex
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