viernes, 1 de enero de 2010

Ahora ya tenemos certeza de lo obvio



Finalmente después de la captura del asesino en serie y brujo Lord Blackwood, el célebre detective inglés Sherlock Holmes y su ayudante el Dr. John Watson cierran su último caso juntos de manera exitosa al cumplirse la sentencia de muerte sobre Blackwood.


Cuando el brujo regresa misteriosamente de la tumba y retoma su serie de asesinatos, Holmes y su socio deben volver a su labor policiaca, el perspicaz detective y su compañero deberán descifrar las pistas que involucran a una antigua orden ocultista, magia negra y enigmas científicos; todo esto al tiempo que Holmes sufre una crisis emocional por su peculiar estilo de vida, el compromiso matrimonial de su socio de aventuras y el regreso de Irene Adler ligado a él por un fuerte lazo sentimental a pesar de ser igual de lista que Holmes y no dudar en exponerlo al ridículo público más de una vez.


Holmes, personaje literario creado por Sir Arthur Conan Doyle, es metódico, su mente parece estar adelantada no sólo a su época sino inclusive a la evolución humana, es un prodigio estudiosamente hablando pero es su mente también su maldición pues no puede vivir un momento sin deducir, observar y resolver acertijos en todo momento, es un genio atormentado.


Todos recordamos a Guy Ritchie por cintas tarantinescas como Juegos y trampas, Snatch y RockNrolla, películas que compensan la falta de un gran presupuesto, cosa que Sherlock Holmes si tiene con historias y guiones astutos que muestran la capacidad del director para escribir buenas historias y llevarlas a la pantalla, sus diálogos, personajes y situaciones, repito, tienen una influencia marcada por Quentin Tarantino sin caer en la copia descarada.


Por lo anterior Ritchie pareciera no ser una opción ortodoxa para llevar a la pantalla grande al Holmes del siglo XXI, pero es ese carácter innovador y atrevido lo que lo convirtió en uno de los pocos que se atrevería a introducir los cambios planteados en la cinta y que alejan al personaje del acartonado detective inglés, con su tradicional sombrero y lupa en mano, sin despojarlo de su inteligencia y gran capacidad deductiva.


Los cambios en el personaje pueden incomodar a los más empedernidos seguidores del personaje pero sin duda revisten al mismo de elementos que lo hacen más humano, algo similar a lo que hiciera la cinta Casino Royale por la saga cinematográfica de James Bond en 2006, humanizar al héroe.


El filme nos entrega una variación atrevida del clásico personaje, lo vemos pelear a mano limpia, ensuciarse, tener vicios y observamos también una renuencia al matrimonio de su socio que parecieran celos hacia la prometida del doctor Watson.


Si te gustan las aventuras de Sherlock Holmes, las fílmicas y las literarias, te invito a que disfrutes la última película de Guy Ritchie que narra las aventuras de este inmortal personaje. Se estrena hoy 1ero de enero de 2010, comienza el año viendo cine.


Por Lex

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